sábado, 13 de diciembre de 2014

Erotismo y sexualidad ¿Cuàl es la diferencia?

Se tiende a pensar que erotismo y sexualidad es la misma cosa. Sin embargo, son diferentes e incluso uno ayuda al otro.

A continuación veamos cuál es la diferencia y por qué se dice que una ayuda a la otra.



La erótica es un término cuya comprensión de seguro elevará aún más las posibilidades de disfrutar nuestra sexualidad. 

Es la forma concreta de expresar la propia sexualidad en una circunstancia determinada. Tiene que ver con la manera en cómo percibes tu ser sexuado y los diferentes comportamientos y actitudes que se derivan de esa percepción propia. 

A pesar de que se expresa de manera individual, las manifestaciones eróticas de algunas personas tienen puntos en común con las manifestaciones de otras, aunque siempre tendrán su sello distintivo para el que las recibe y para el que las expresa. 

Por ejemplo, las sensaciones placenteras que se derivan de un contacto sutil de manos entre dos personas que se gustan, los deseos que siente una persona ante la evocación de un recuerdo o ante la exposición de una imagen de alguien, la manera cómo nos sentamos cuando nos sentimos sexys y/o queremos agradar a otra persona, la manera de mover la boca y la lengua en una conversación sensual, la forma cómo miramos con nuestros ojos esos mensajes corporales de la otra persona que nos resulta excitante, entre otros.

En palabras del reconocido sexólogo español Efigenio Amezúa, "comprende toda una serie de manifestaciones expresivas muy claras, a veces confusas, pero todas ellas con un connotante que las une: ser expresivas de la sexualidad y del sexo". 

"Por tanto, si el sexo es un hecho que hace sexuadas a las personas, la sexualidad aporta una calidad y un modo peculiar a ese ser sexuado y la erótica es la expresión práctica y concreta del ser sexuado en su modo peculiar". Contrario al término erotismo, que se refiere a una "realidad basada en la prohibición de todo lo relativo al sexo".
 
Lo mejor de todo es que como valor sexual, la erótica es susceptible de ser cultivada y su enriquecimiento favorece el crecimiento de la relación de pareja. Para ello, es importante el autoconocimiento, así que según lo expuesto en las líneas anteriores, haz un listado de todo lo que consideras que son tus propias manifestaciones y sin ánimos de comparar, realiza un listado de las manifestaciones que observes en las personas a tu alrededor. 

O si prefieres, observa más detenidamente series y películas (no pornográficas). De esta manera, te relacionas más con los significados de lo erótico y te permite incluso aprender por modelamiento otras formas de expresión con las que te sientas a gusto. 

Te será de gran ayuda, principalmente si no eres muy expresiva o si tu pareja necesita más reforzamiento positivo de tu parte. Leer novelas y relatos eróticos también es de gran ayuda, principalmente porque te confronta con tus propias vergüenzas y te ayuda a elaborar nuevos diálogos y argumentos internos, que amplíen un poco más tus horizontes.
 
Finalmente, como práctica diaria te recomendamos sostener conversaciones eróticas frente al espejo y observarte. Aunque al principio te mueras de la risa, verás cómo poco a poco te familiarizarás y ahondarás en el conocimiento de tu yo erótico.

 

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