miércoles, 14 de marzo de 2012

11 consejos para discutir sin pelear

Cada persona tiene un punto diferente de ver las cosas.  Cuando se vive en pareja, no resulta fácil concilliar esos puntos.  De allí que se discuta un tema mediante argumentos verbales; situación que se considera normal.

Sin embargo, las discusiones que degeneran en peleas donde los participantes expresan enojo y hasta agresión verbal y física, se deben evitar, ya que pueden ir erosionando la relación llevándola hacia su final.

A continuación se presenta una serie de recomendaciones con el fin de discutir sin llegar a la pelea:

Buena disposición: Evita el "querer ganar y ganar" y que el otro pierda o el "querer imponer mi opinión". El objetivo es el bienestar de los dos.

Aclara tus ideas: Para evitar discusiones, delimita primero el tema que van a conversar y piensa en una manera inteligente de abordarlo.

Un solo tema a la vez: A menudo se empieza hablando de algo; y al subir el tono de las emociones, se exponen hechos del pasado que no tienen nada que ver con la situación actual. Esto abre el camino para que una discusión degenere en pelea.

Cálmate: Antes de tocar un tema que puede ser polémico, procura hacerlo cuando estés tranquilo (a); de lo contrario, irás con una disposición defensiva y agresiva, lo que podría dificultar el diálogo.

Escoge el lugar: Evita altercados en público o delante de personas ajenas a la situación. Busca un lugar aparte que permita que puedan hablar.

Sin agresión: No la permitas. Si la discusión se ha trasformado en pelea, se debe suspender (para pelear se necesitan dos).

Conversa con seriedad: Evita decir comentarios burlescos mientras están discutiendo: esta es una causa común de agresión.

Escucha: Una vez hayas expuesto tu punto de vista, dale oportunidad a tu pareja para que también hable. Escucha con atención, es la única forma de entender sus argumentos.  Recuerda la regla de oro: "No hagas a los demás lo que no quieres que hagan contigo". Por tanto, no alces la voz ni lo ignores.

Con mente positiva: Una discusión no necesariamente es algo negativo. También se puede ver como una oportunidad  para aprender y mejorar, siempre que haya buena disposición. Recuerda, una   discusión   bien   llevada apoya el crecimiento de la relación de la pareja.

Reconoce faltas: Acepta cuando te has equivocado o fallado lo cual no significa que eres menos. Por el contrario, reconocer las faltas es una virtud; demuestra madurez. Por ello, si en la discusión descubres que has fallado, reconócelo y procura el cambio.

Busca atención profesional: Ojalá tu relación de pareja no sea de aquellas que pasan del diálogo a la pelea. Pero si es así. una opción es tomar terapia de pareja, donde obtendrán las herramientas para poder enfrentar sus conflictos, con base en sus circunstancias.

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