La mayoría de las mujeres no encuentran problemas a la hora de expresar su amor. Sin embargo, existen otras que son acusadas por sus esposos como "frías" y pocas románticas.
Las razones para ser poco cariñosa pueden ser múltiples, tantas como las personalidades mismas de las mujeres. A continuación, repasaremos algunas.
Razones para ser poca romántica
En tu familia no son muy afectivos. Tal vez en tu casa es raro que se den abrazos o besos. Tienen otras formas -que tal vez no reconoces- de expresar cariño, como cuando tu papá te trae la comida que te gusta a casa. Sin embargo, eres fría a los ojos de muchos, pues rehuyes a dar y/o recibir caricias.
Eres una dama a la antigua, o sea, que esperas que todas las atenciones las haga el caballero y te quedas en la añeja posición de solo recibir. El te saca a bailar, él paga la cena, él te hace regalos, él toma la iniciativa en las caricias... Y tú te sientes princesa.
Tienes pánico de dar demasiado para después sufrir. Piensas que entre más expresas, más sufrirás si llega un final. Lo cual no tiene nada que ver lo uno con lo otro. Pero este puede ser el efecto resaca de una relación anterior en la que te sentiste utilizada, abusada o poco valorada.
Piensas que a los hombres les gusta que los traten mal. Eso lo escucharás de muchas mujeres, pero ¿crees que esta consigna sirve de base para una buena relación? A nadie le gusta que lo traten mal intencionalmente o con el puro afán de retenerlo. Si te trataran mal, ¿te sentirías más enamorada?
Cómo cambiar
El primer paso es averiguar por qué no expresas lo que sientes, o tal vez lo haces pero no en una forma que tu pareja interpreta como cariño. Entonces, hay que buscar el punto medio, donde ambos se sientan cómodos, queridos y apreciados. Si el problema es que no sientes nada, no hay nada que hacer.
De seguro expresar cariño física y verbalmente te será difícil al inicio, pero te irás sintiendo mejor contigo misma y con tu pareja a medida que lo hagas. Ve poco a poco.
Proponte tomar más la iniciativa. Tómale la mano cuando caminen, róbale un beso, haz tú la primera caricia, propon una salida y escoge el lugar.
Di gracias físicamente. Cuando le digas "gracias" agrega un beso, una caricia en el cabello, una mirada directo a los ojos, un abrazo, una rascadita en la espalda.
Regala. Si eres de las que solo le das regalo en su cumpleaños y Navidad, te sugerimos sorprenderlo de vez en cuando. Por ejemplo, cuando veas algo que sabes que le gustará, cuando lo asciendan en el trabajo o gane un juego de fútbol.
Invita tú alguna vez. Si no además de no tener atenciones con él, se le romperá el bolsillo al pobre. Puede ser al cine, prepararle una cena en casa, o hacer tú las reservaciones para la cabana en la montaña, aunque lo paguen a medias.
Te quiero... No podemos decirte cuándo ni cómo decir "te quiero" o "te amo". Es algo estrictamente personal. Lo que sí te podemos decir es que una vez lo sientas, no te quedes sin decirlo. Lo que no se dice es como si no se sintiera. De qué sirve callarse un "te quiero". Tampoco hay que esperar a que él lo diga primero. Si lo sientes, "pa' fuera", lanza las palabras
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