Las redes sociales y el Internet se han convertido en el centro de muchas actividades.
A diario millones de personas obtienen información y se comunican mediante este medio. Por ello, no resulta extraño que también permita unir a personas en el aspecto sentimental.En este sentido, muchas parejas se han conocido mediantes chats y posteriormente se han casado.
Por mucho que se quiera negar, hoy en día la infidelidad virtual es tan real como la que se pueda presentar en el mundo físico. Tal como lo predijo hace mas de diez años Beatriz Mileham, investigadora de la Universidad de Florida, quien en su momento dijo que "internet pronto llegará a ser la forma más común de infidelidad"; hoy podemos comprobar que así es.
La misma investigadora sostuvo su hipótesis en el hecho de que a menudo lo que inicia solo como una charla amistosa, suele convertirse en algo más. Según un estudio que realizó, la tercera parte de los participantes acudían a encontrarse con la persona que contactaron por internet, algunos involucrándose en affairs en la vida real.
Sin embargo, muchas personas sostienen que si no hay contacto físico real, no es infidelidad. Pero está comprobado que el otro miembro de la relación se siente igualmente traicionado ante el hecho de que su pareja se involucre en aventuras eróticas, aunque no haya existido un contacto.
Es cuestión de ponerse en los zapatos del traicionado e imaginarse a su ser amado confesándole a otra persona sus fantasías sexuales, intercambiando fotos de desnudez con un tercero, escribiendo chats eróticos y candentes o tiernos y amorosos, mostrando por la cámara del computador las posiciones sexuales más excitantes que se pueda imaginar, manteniendo cybersexo, entre otra cantidad de prácticas muy comunes en la red.
Pese a lo anterior, los asiduos a este tipo de infidelidad no consideran que estén afectando a alguien y siempre van a tratar de convencer a su pareja (cuando los descubren) de que agradezcan que no actúan como otras personas que sí tienen contacto real con sus amantes.
Lo cierto es que más allá de que sea correcto o no, la infidelidad virtual es mucho más segura desde el punto de vista preventivo, ya que evita infecciones y enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados.
Obviamente como todo acto ilícito, necesitará llevar una vida alterna que suele incluir: identidad, juguetes, lencería, cambios constantes de contraseñas, horarios fijos e inusuales y material pornográfico en algunas ocasiones, entre otros.
Finalmente, podemos decir que la novedad produce placer y el placer sin compromisos es bastante atractivo para más personas de las que nos imaginamos.
Si descubres que tu pareja te ha sido infiel virtualmente, no es motivo suficiente para una ruptura a menos que haya desarrollado una adicción a este tipo de interacciones.
Por otro lado, recomendamos tanto a hombres como mujeres ser cautelosos y no confiar ciegamente en las personas con las que establecen este tipo de relaciones. No revelen absolutamente nada de su vida persona], pues estos también son medios que facilitan estafas, secuestros, violaciones y acosos de toda índole. A lo mejor ves una cara linda, pero no conoces la salud mental de la otra persona.
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